Alfredo Ruiz, adiestrador canino en Galapagar, Collado Villalba, Torrelodones, Colmenarejo, Las Rozas de Madrid y Majadahonda
Adiestrador canino. Los tres pilares: formas, modos y formación.
Una persona a la que yo apreciaba mucho –y que fue uno de mis primeros maestros en este mundo de los perros–, me dijo un día que dos adiestradores caninos solo se ponen de acuerdo para criticar a un tercero.
Hay tantas formas y modos de trabajar con los perros como personas que lo hacen. Bien sea por vocación a los perros, por vocación a la formación, por deporte o por concienciación, cada uno de nosotros empezamos en una línea que creemos definitiva. Sin embargo, cuando van pasando los años, vamos viendo que no hay una sola forma ni un solo modo de educar, de adiestrar o de modificar una conducta canina. Lo importante es tener muchos recursos para solucionar un problema o para tratar con cualquier perro y con su entorno. Cuando busquen ayuda de un adiestrador canino o un educador, hay tres cosas fundamentales a las que hay que prestar atención: las formas, los modos y la formación. Queremos buscar un profesional, no un «adiestrador canino de parque» de los que reparten consejos, por muy buena intención que tengan. Está comprobado que los mitos y las soluciones mágicas no funcionan.
- Formas. Un profesional es un profesional, en todos los sentidos. Cuando busquen ayuda, han de poder sentirse cómodos con la persona que les ayuda con su perro y con su entorno. En este momento en nuestro país, se tiende a pensar que este mundillo de la educación canina no es más que un divertimento o un complemento económico, no una profesión. Pero ya somos unos cuantos los que nos dedicamos totalmente a esta labor educativa.
Es fundamental tener mucho cuidado con el intrusismo profesional, porque la «valentía» o inconsciencia que muestran estas personas puede resultar muy problemática. Hemos trabajado con varios casos en los que un «adiestrador canino» había intentado enseñar al perro por medio de castigos, dominancia y otras técnicas, tan utilizadas como antiguas, que terminan generando problemas nuevos o potenciando los ya existentes. - Modos. Cuando busquen a un profesional de la educación canina, es importante interesarse por su modo de trabajo, ya que no todos son iguales. Hay muchas modalidades diferentes: clásica, positivista, natural, etc. Mi recomendación es que pregunten a varios educadores antes de decidir con quién quieren trabajar, para que su perro reciba una educación que esté en concordancia con su forma de pensar y de vivir. Los que tenemos hijos sabemos lo que esto significa.
- Formación. Ya desde hace años hay empresas que se dedican a la formación de educadores caninos. Hoy en día, varias de estas escuelas tienen diferentes filosofías educativas, lo que quiere decir que vamos mejorando. También se ofrecen seminarios nacionales e internacionales para complementan estas formaciones. Gracias a ello, es posible que el educador que encuentren tenga una formación más amplia que no se limite tan solo a un curso básico.
- Formas. Un profesional es un profesional, en todos los sentidos. Cuando busquen ayuda, han de poder sentirse cómodos con la persona que les ayuda con su perro y con su entorno. En este momento en nuestro país, se tiende a pensar que este mundillo de la educación canina no es más que un divertimento o un complemento económico, no una profesión. Pero ya somos unos cuantos los que nos dedicamos totalmente a esta labor educativa.
Nuestra recomendación final es que busquen un verdadero adiestrador canino profesional , que sepa aplicar diferentes modalidades de trabajo y que cuente con una formación amplia y variada.
De esta manera, nos podrá dar diferentes opciones a la hora de trabajar con una cuestión o problema determinado.
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