Estatuto jurídico de los animales en el II Congreso de la Abogacía Madrileña 2017

El pasado 26 de abril, el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid me invitó a participar en una mesa redonda sobre el estatuto jurídico de los animales, incluida el II Congreso de la Abogacía Madrileña. Después de la sorpresa inicial y de preguntarme qué pintaba yo en ese foro, decidí ponerme a estudiar las leyes recientes sobre protección animal de la Comunidad de Madrid y pensar sobre lo que podía abordar en la ponencia. Iba convencido de que seríamos 4 monos, pero al final hubo más asistentes de lo que se esperaba. Los ponentes éramos una abogada, un diputado del Congreso por Ciudadanos, un profesor universitario de Filosofía y yo. Había decidido tocar varios temas: las diferentes opiniones que han ido surgiendo desde la aprobación de la última ley y la controversia que esto ha generado entre los profesionales de la educación canina; el desconocimiento existente acerca de los diferentes tipos de adiestramientos, y la necesidad de profesionalizar nuestro trabajo.
Os menciono varios puntos de dichas leyes que me llamaron la atención:

Además, la ley también habla sobre el sacrificio animal, las esterilizaciones, la cría, las mutilaciones, la venta, etc. Mi consejo es que todos los propietarios de animales de compañía os familiaricéis con la ley 4/2016 del 22 de julio de la Comunidad de Madrid.
Al día siguiente tenía una cita en la calle Ibiza de Madrid, a la que, increíblemente, llegué con mucha antelación. Estas cosas del tráfico madrileño, ya se sabe. Como tenía tiempo, me senté en un banco del bulevar a esperar durante un buen rato. La verdad es que me alegró mucho, porque pude hacer algo que pocos pueden disfrutar en la capital: pararme y observar. En poco más de una hora, pasaron a mi lado unos cuantos perros paseando con sus dueños. Me alegró ver que tan solo un perro llevaba collar de pinchos y que el resto llevaban arneses o bien de espalda o de pecho. Pasó una chica con su border collie y una bolsita de premios a la cintura, y cuando cruzó la calle, le pidió a su perro que se sentara y sacó de la bolsita la recompensa. Lo mejor fue ver a un adolescente con su cachorro de mestizo haciendo más o menos lo mismo.

Algo en lo que pensar, estatuto jurídico de los animales

Vamos avanzando, aunque no sin esfuerzo. Cada vez hay más y más gente que se preocupa por darle una educación positiva a sus perros y que son conscientes de no es necesario castigar para aprender. Algo que me llama la atención y que cada vez veo más –aunque no era nada frecuente hace relativamente poco tiempo– es que incluso nos llaman personas mayores para educar a sus perros. Personas que a lo largo de su vida han tenido mas perros que yo (¡que ya son perros!) y que ahora pasean tranquilamente al perro con su arnés, sin enfadarse y sin gritar. Cierto es que todavía se pueden ver a algunos paseando con un palo, que golpean al perro en el pecho o le pegan un tirón de correa cuando se adelanta. Pero también es cierto que cada vez son los menos.

Vamos por buen camino.

 

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